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      P or las aguas del inmenso mar empezaron a aparecer los navíos, las carabelas, los barcos llenos de hombres que venían a extender sus ansias de conquistar. Se encontraban sentados los pueblos aborígenes admirando el inmenso mar, cuando sintieron como se acercaban intranquilas las olas a avisar sobre un ataque atroz y fatal. Descendieron de sus naves los hombres llenos de un coraje abusador, descendieron los famosos conquistadores, los de la fama, pero ¡que trajeron! Junto con ellos vinieron las nuevas costumbres, la aculturizacion, la religión notablemente fue una de las más afectadas, llegaron, libros y santos, llegaron y cambiaron esos ancestrales calendarios. Así en estas fechas tan especiales rescatamos el equinoccio de invierno, el inicio del Nuevo año, el tiempo de volver a nacer y recrear, en este día tan único los taitas andinos se centran por varios días en purificar y limpiar su alma, una noche antes del 21 de Marzo se reúnen en Asamblea conocida como Tan

     A contecía el último cuarto de siglo, una pareja se miraba por última vez a las orillas de un tibio lago, más que lago un charco que dejo un atardecer con lluvia más que improvisada, aquella pareja cuentan se tomaron de las manos mientras se sumergían en las aguas del olvido de los enamorados, se perdían en la densa niebla y los remolinos del adiós que se dijeron cuatro tierno labios. La niebla desaparecía y con ello los gritos de personas que a lo lejos percibían a dos jóvenes que dejarían sus vidas por amor y lucha a una relación prohibida. Al otro lado del pueblo otra pareja se reportaba como desaparecida, un señor como le decían y una niña por amor enloquecida, sus cuerpos no se encontraron, pero de asesinato se acusó al implicado que desapareció lejos muy lejos acusando en su declaración que fueron pequeños sucesos inesperados. Los dos casos fueron investigados cuidadosamente por un guardia, un policía y dos testigos falsos, los meses pasaron y los casos se cerra

“Ternura en tu mirada, sencillez en tus palabras, rapidez en tu caminar, al detenerte las estrellas comienzan en tus cabellos a enredarse, tus manos atraen los más bellos detalles, bordaron los sueños de los más pequeños viajes, llevas en tus pupilas el color de las madrugadas, llevan atrasadas todos los días de la semana, llevas entre pinceles, lápices y esferos miles de historias de aquellos amores pasajeros. Tu madre, hermana, hija y abuela, tú la representación de la belleza, tu que saliste de los cuentos, de las leyendas, tu mujer que tu nombre los llevan los sonetos y los cuartetos, mujer envuelta entre pétalos y velos” Que las estrellas estén de fiesta esta semana,  que  se  extiendan  a  los  pies  de  todas las damas, que brillen durante todas y cada una de las mañanas, que alegres les acompañen a sus  destinos  inolvidables,  a  aquellas  mujeres  que  cada  día  desempolvan  una  mirada enamorada. Hoy dedicamos estas pocas letras a todas y cada una de las mujer