“Nunca fue distinto”
Nunca
fue distinto dijo la razón de repente, mientras se ahogaba una madrugada en su
llanto desesperado, la conciencia asustada no encontraba la salida que le habían
prometido la pasión y la percepción, era
un momento extraño dijo el miedo mientras se desprendía de la seguridad que le
trajeron sus sueños, en una esquina estaban los cinco sentidos pensando, se habían
reunido a contemplar los bellos momentos que dejaron aquellos labios.
Una
mañana silenciosa cuando el invierno se presentaba con toda su fuerza se
miraron sin detenerse un hombre y una mujer, iniciando un romance que llegaría a
durar más de lo que la muerte había planeado.
Cuentan
que la libertad siempre se escapó de sus manos, pero que siempre estuvo
enamorado de su patria, mientras su alma enviaba al olvido el beso enamorada
nunca antes percibido de aquella dama que lo esperaría hasta su último aliento,
que se fue cobijado con el viento.
Ella
tuvo antojos de libertad y él le concedió la dicha de que ella de acompañara en
el buffet de las proezas de la vida amarga, juntos compartieron un plato de
gloria, que por dejarlo enfriar terminara solo en su memoria.
Tanto
fue el amor que se tuvo esta pareja que traspasó las fronteras y se volvió inolvidable,
fue comparado con los poderosos sentimientos que compartían aquellos escritores
que viajaron a rescatar a su amada de los infiernos, aunque suene increíble
suponemos que de ahí no salieron.
En
los momentos más dolorosos siempre juntos estuvieron, incluso les dedicaremos
un poema corto pero sincero:
Sentiré tu compañía y tu abundante alegría,
caminare contigo todos los días a
pesar de la ironía que nos dejó la vida,
te amare aunque la muerte no nos
permita seguir caminando,
dejemos que la libertad no sea solo
una palabra en nuestros labios.
No
importo el tiempo que a su amor lo dedicaron, siempre existió una prioridad que
les obligo a llevar más lejos lo poco que caminaban sus pasos, nunca miraron
juntos el cielo, porque ellos ya volaban más alto.
El
miedo nunca lo conocieron, era más grande su ego y sus desvelos para escribir cartas enamoradas que se guardan secretamente en las vitrinas del alma. Con cadenas como candados.
Aunque
nos cueste creer este amor existió y seguirá vivo en nuestras memorias, seguirá
traspasando fronteras y las fronteras seguirán siendo derribadas.
Dejemos
que las ilusiones mantengan viva esta historia de aquellos locos enamorados que
aunque no los presentamos todos conocieron cuales fueron cada uno de sus pasos.
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