Hechos inolvidables
En
aquellas épocas memorables, con hechos y acontecimientos muy poco explicables,
se cuenta que existió una familia muy afamada de la época, cuentan que tenían
una hija tan Hermosa que la mayoría de hombres de la ciudad querían ser
merecedores de sus sentimientos y darle a su vida más matices de colores.
Como
a la mayoría de mujeres de esa época se cuenta que sus padres la vestían con las
mejores telas, que sus joyas eran las más bellas, incluso su manera de hablar
era comparada con la música más dulce al despertar.
En
el pueblo le decían Bella Aurora un apodo que se ganó con poca dedicación,
puesto su belleza no necesitaba de alguna descripción.
Un
día empezó a esparcirse por la ciudad que la niña no podía conciliar el sueño,
pues supuestas pesadillas perturbaban su vida y sus noches se volvían días con
la desesperación y la ironía de lado.
Se
cuenta que las fiestas habían llegado a la ciudad y sus padres ya habían planificado
cada una de las actividades que iban a realizar, la agenda se desarrollaba con
seguridad solo les quedaba visitar la plaza principal de la ciudad donde se desarrollaría
las corridas de toros.
Aquella
tarde todo se veía normal hasta que de pronto el cielo se puso obscuro, la
banda inmediatamente con su sonido muy fuerte y desafiante anuncio la salida
del toro a la plaza.
Pero
el toro se veía diferente, ¡desesperado! no respondía a los embistes del
torero, se cuenta que aquella bestia giraba en la plaza sin parar hasta que de
repente miro fijamente a Bella Aurora, ella caería desmayada luego de este fatídico
encontrón de miradas con el animal.
Sus
padres en su desesperación la llevaron a su casa y la dejaron en su habitación mientras
iban en busca de un médico, pero se cuenta que las calles se llenaron de niebla
y pronto aquel toro desesperado escaparía de la plaza y llegaría a la casa de
la dulce niña.
Luego
de esto el toro acabaría con la vida de aquella noble damisela.
Cada
uno de estos acontecimientos se volvieron inolvidables, se dice que aquella
historia se quedaría grabada como leyenda.
No
se distingue la verdad de la mentira, solo se confirma que no importa la época
ni el lugar, es inolvidable que nos podamos olvidar de esta leyenda que da más
magia a nuestro Quito colonial.
Contamos
de la familia y de los hechos, ahora ¿busquemos la casa y pongamos más tinta
negra en el tintero que raya la fantasía y la realidad?
Relato
por Daniel Villacis
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