Pétalos intermitentes


Image result for paisajes taita imbaburaSentado en un lugar misterioso de explicar se encontraba el más valiente de todos los volcanes, seducido por la niebla que le cobijaba cada tarde se asomaba sigilosamente a mirar sin suspirar, a mirar como miran los cobardes al amor que en silencio se deshace.
Primaveras pasaban y en su anhelada lluvia de pétalos cobijados con las más majestuosas heladas escondía un amor que perduraría milenios y miles de atardeceres entre te quiero, te veo y me muero.

Más pasaban los años y no encontraba como encajar en su rompecabezas el amor de aquella montaña que jamás tuvo el valor de visitar y su amor entero susurrar.

Ahora el verano era desesperado, lastimaba sus angustiosos sueños, sentado vio pasar sin descanso cóndores que engalanaban sus blancos mantos, que estremecían con su vuelo el infinito desencanto.

Sus lágrimas se derraman y de ellas una laguna se iba formando, cuentan que la laguna era más grande de lo que muchos pensaban, incluso mencionan que lloro por tanto tiempo que su sufrimiento completo un milenio y así lleno el libro de los recuerdos.

Image result for paisajes taita imbaburaLas sombras dejaron que su cabello más blanco se volviera, que envejeciera cada días más con la predominante niebla y que a su viejo corazón se lo llevara muy lejos el viento, sus lágrimas se guardaron en vasijas para cubrir de suerte las rendijas de la muerte que sus heladas traían en las madrugadas pasajeras pero muy duraderas.

Los pétalos se congelaron pero su aroma y su esencia jamás cambiaron, cuentan que un día a ese amor prohibido llevaron, pero eran intermitentes y el mensaje que transportaron estuvo tan helado que ese amor los dejo derretir en un sueño que llego a su fin.

Una historia que se volverá a repetir en los próximos millones de años, que esperamos sea igual de romántica y duradera como aquellas leyendas impregnadas en el alma, historias que se grabaron en lo más profundo del corazón.

No dejemos que estas bellas historias mueran, volvamos a sacar de ese baúl todos los recuerdos que nos dejaron nuestros abuelos, volvamos a soñar.

Relato por Daniel Villacís







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