Una última mirada atrás
Una última mirada atrás
Han pasado
muchos días, miles de horas, millones de minutos, cada uno de ellos pasaron
juntos, vagos a la realidad pero siempre presentes entre los recuerdos ausentes
de una sociedad que despide un año más.
Para
comprender un poco más en nuestro país y en varios países de Latino-américa está
muy bien implantado un modelo de despedida del año muy tradicional, donde las
familias elaboran un muñeco que representa todo aquello que se deja atrás de
despedida del año viejo, luego se lo quema a media noche y se olvidan de todo
lo pasado, aunque siempre se ve por las calles a las personas corriendo con sus
maletas o comiendo doce uvas, sin duda son como pequeños rituales que les darán
fuerza y motivación.
Si bien la
costumbre de quemar el muñeco llego con los europeos pues esto vendría más a ser una fiesta pagana que se fue
formalizando con el pasar de los años y que llego a convertirse en una tradición.
Sin duda la
idea es que antes de despedir el año le demos una última mirado a todo lo
que paso y a todo lo que no pudo pasar y lo dejemos atrás, para que así en el
futuro no nos pueda alcanzar jamás, que la duda sea parte de nuestra locura pues
eso el tiempo todo lo cura.
Que de las
cascadas de nuestros ojos se abran los cerrojos de la felicidad y broten miles
de nuevas lágrimas de una alegría incalculable, puesto es momento de escribir
un capítulo más de felicidad y libertad.
Que todos
seamos los protagonistas de nuestras propias historias, que las huellas sean de
nuestros zapatos, que jamás lleguemos tarde a lo que nunca pensarían en ir los
cobardes, démonos tiempo de soñar un poquito
más.
Hay diamantes
tan caros y extraños como estrellas a miles de años, hay oro en nuestras manos,
como decían los sabios, esta vez propongámonos en aprender a utilizarlos.
"Que este
nuevo año crucemos nuevos caminos llenos de matices de colores"
Feliz 2017
Les desea Casa 1028
Relato por
Daniel Villacís
Comentarios
Publicar un comentario