¡Te Quiero, Ahora No Te Quiero!


“Se disponían dos enamorados a mirarse, se miraban sin tan siquiera hablarse, el amor es algo que en pocos nace, en unos cuantos se rehace y en millones de corazones crea sueños, cuando los veranos traen tormentas acarician las delicadas palmas de la brisa enamorada, el invierno es más directo, la lluvia de pronto resbala por cada uno de los corazones viajeros, el amor viaja, el amor atraviesa el mundo entero, los corazones y el sentimiento son los que se van primero, termina de contener las lágrimas quien enamorado dijo un día ¡te quiero!, pero el tiempo tan cruel y pasajero cambio aquel sentimiento por el doloroso ¡ahora no te quiero!, demos vida a los momentos, demos sentimiento y más aliento al amor que se viene muriendo, o quizá viene siendo la breve historia de un corto sueño”

Pasamos la época donde la respiración se vuelve rápida y desesperada, donde las rosas no marchitan, donde los labios se unen en el beso eterno enamorado, donde el mar, el sol, la luna, el cielo, las estrellas planifican todas ellas, planifican una serenata en la ventana de las jovencitas enamoradas.

El amor estuvo en el aire, los vientos trajeron pétalos, los mares llevaron siempre mensajes de amor de aquellos que viajan dando la vuelta al mundo entero, un te amo, un te quiero, cuántos de ellos se escucharon este 14 de febrero.

Un sentimiento que viene desde aquellas épocas de los grandes emperadores, de reyes y de reinas, es que no importa la época, el siglo, el mes, el día o la hora, lo único que importa es la manera en la que el corazón se comunica para entregar ese amor eterno enamorado.

La máxima expresión de ese sentimiento viene representada en una rosa, en un chocolate, en un bombón o un turrón, en una copa de vino o en un pequeño abrazo que es lo más grande cuando se estrechan los corazones y los labios.

Aun seguirán pasando los años y ese sentimiento se mantendrá vivo, como suelen decir tal vez un día cambia de manos, tal vez viaja y se queda en el espacio flotando, tal vez nace, crece, se desvanece y desaparece, pero eso depende de cómo lo vean y de quien sea el que lo vea.

Es momento de ser sinceros de acércanos a esa persona a quien en silencio vemos, como poetas sinceros y pasajeros, hagamos que ese momento se inmortalice con el ¡te quiero!, y que sea grande, inmenso, fuerte y duradero.

En Casa 1028 se escucharon las canciones de amor, que se abrieron las cartas con abundante emoción, se regalaron rosas y la gente recordó que el amor no es solo una palabra, que a la palabra le damos vida cuando a soñar se alcanza.

Que este 14 de Febrero no sea el único día que si diga un ¡te Quiero! Dejemos que el tiempo de la razón a los enamorados y les deje siempre seguir tomados de las manos.

Un día para guardar recuerdos y grabarlos en nuestras almas, un día que se vivió a bordo de Casa 1028, donde los momentos quedaron inmortalizados.

Relato por Daniel Villacís 

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